Sé muy bien que lo que me atrajo del nazismo fue, primero, la persistente insistencia cultural en meterme en la cabeza que era algo prohibido, algo de lo que hacía mejor no sabiendo absolutamente nada. Desobedecí.
Hoy es el cumpleaños de un amigo.
- ¿A ti cuál te gusta? ¡A mí Claudia Schiffer!
- …
Soy un esclavo de mi mente. Ella decide por mí qué sentir, lo que debo hacer. Negarse significa dolor y la negación al cuerpo es el principio de la razón y la voluntad personal. Solo aceptando el dolor a palo seco, sin sedantes, a solas en el monte, empecé a pensar:
Hace 20 años que no percibo mi alrededor. Mi mente está siempre ocupada analizando el presente, pasado y futuro, sin descanso, sin poder parar de pensar. Me siento descarnado, como un árbol con las raíces expuestas, sin protección ni refugio.