13 de febrero de 2023 Hoy toca hablar de religiones. Todas las religiones que conozco, un poco, no me atrevería a decir que sé un mucho de alguna de ellas, porque sería mentira, todas ellas, desde el Cristianismo, el Islamismo, hasta todas esas de la India tan extrañas y chulísimas a la vez, me gustan tanto como tanto me gusta estudiar la historia en general. Las religiones formar parte del “yo íntimo” de muchísima gente, de su manera del ver el mundo y, como en política, me importa una mierda lo que decida creer cada cual. ¿Por qué explico esto? Porque la policía, entre otras cosas, ha tratado de vincularme al yihadismo. Tanto es así que se cagan de miedo cuando paso cerca de una iglesia.(*) Hoy me he fumado un cigarrito sentada en un banco frente a una iglesia en Majadahonda (Madrid), más pancha que ancha. ¿Y qué si fumo donde me sale del clítoris? ¿Y qué si siendo anarquista, las iglesias me producen tanta paz que me gusta pasear cerquita de ellas o incluso entrar un rato? ¿Habrán oido hablar alguna vez de la tolerancia? Con sus armas, chalecos, códigos, normas, y, sobre todo, la corrupción, no han aprendido a pensar en su puñetera vida. Son niños grandes, que utilizan incluso a chavales menores de edad para estrellarse contra aquello que no entienden. Pero está claro que necesitan enemigos, y los crean como pueden para seguir chupando del bote y viviendo de la tortura y la violencia (sú violencia) en general. ¿Existiría el terrorismo yihadista de no ser por la invasión terrorista de la OTAN a Irak? Dudo mucho que las personas que terminan atentando de verdad deseen recorrer miles de kilómetros para asesinar a personas tan inocentes como ellas mismas. Me parece a mí que la OTAN y las autoridades de sus paises es precisamente lo que buscan: empujar a la gente al borde de la desesperación, para que, si recurren a la violencia, esa asquerosidad que es la OTAN pueda decir que tienen alguna razón de ser. ¿Habría habido tantos asesinatos por parte de la ETA si no fuera por el terrorismo del estado? Los GAL y todo eso. Lo dudo mucho. Porque esa es otra, también trataron, mediante policías infiltrados en el movimiento de la liberación animal, de vincularme a ETA, la kale borroka, o vete tú a saber qué cojones querían. Lxs militares y demás me estáis demostrando que valéis menos que la mierda de mi gata que he pisado hoy mismo. Una verdadera decepción. ¡Con lo que me gustaba a mí el ejército! Besos. ------- Notas: (*) Los seres humanos somos bestias muy simples, y todo lo que hacemos es por supervivencia. Todo lo que hacemos esconde ese instinto, aunque parezca otra cosa. Recordadlo siempre: no somos más fuertes que nuestra programación genética. Así es la vida. Quien sabe esto puede manipular a quien trata de manipularle. Y esto va tanto por la policía como por mí y el resto de gente.